lunes, 25 de abril de 2011

Los regresos a la realidad nunca fueron buenos.

Este momento llegaría. Lo supe desde el primer día. Lo que no pensé fue que acabara tan pronto. Y esque en realidad, para que hayan cosas buenas y disfrutar, antes deben existir cosas malas y sufrir. Después de cuatro días de comer, dormir, playa, fiesta, y sobretodo, desconectar, el mundo sigue girando y todo vuelve. Clases, spinning, estudiar, pensar, acostarse pronto, levantarse aún más pronto...en definitiva, RUTINA. Ayer quería que se parara el tiempo, se me hace un mundo volver. Pero hoy me he mentalizado de que sólo queda un mes que va a ser como una pesadilla con en plena noche de verano. Aun así, esta tarde la tristeza me ha vuelto a invadir. No podía ver el azul del cielo. Creía que sería por la altura de los edificios, por las nubes o por la contaminación...pero no, ni vivo en Nueva York, ni vivo en Inglaterra ni en China. Vivo en Las Palmas, un lugar demasiado pequeño pero así todo estresante y rápido, en el que la juventud intenta un estilo de vida americano por moda. Casi siempre hace sol, afortunadamente para muchos,y sin embargo yo hoy no sentía su calor. Demasiados pensamientos, demasiadas ideas en mi cabeza. Mucho que pensar y poco que hacer. Últimamente casi nada en lo que creer y demasiado en lo que caer sin querer. Ya no sé si soy gilipollas o simplemente me autoengaño por miedo, sistema psicológico de defensa inconsciente...o consciente. Quién sabe. Bueno, debería saberlo yo...pero a estas alturas, yo sólo sé que no sé nada.

No hay comentarios: